08 julio 2009

AMORES QUE NO SE SABEN CUIDAR

¿Cuantas veces no nos hemos quejado a solas en nuestro cuarto de lo injusta que es la vida, y de lo mal que nos ha tratado en el amor?

Seguramente muchas, y por muy variadas razones; pero, ¿Cómo puedes reclamar cuando aparentemente la vida en un envió atinado, te mando a alguien con quien te sentías a gusto, que tenia lo que querías y te hacia sentir bien, pero al final no resulto tan bien como tus sueños narraban?

¿Pues no que lo tenia todo?

A veces tenemos la suerte de encontrarnos a la persona que nos gusta, que nos da momentos, que nos entiende, con quien no peleas, con quien disfrutas cada rato, alguien que se acopla a ti, que te hace creer que es el indicado.

Y lo mejor de todo, es que TÚ eres su complemento, es decir, que le provocas lo mismo, los dos vuelan entre nubes de algodón, de un peligroso algodón dulce y empalagoso.

Y porque les cuento todo esto mis escregutos, aquí la prehistoria…

Hace dos días, me hallaba yo muy placidamente en mí camita leyendo ya los últimos capítulos de “The Order OF The Phoenix” (hay que meterle velocidad, para acabar de leer antes de la premier), y sonó mi celular (con el tono de Harry Potter muy adecuado para la época, cabe señalar).

Era Daniel, mi ex…(cha cha cha chaaaann), no dude mucho y conteste, bueno.

Dos milisegundos antes, no sabia si estaba haciendo lo correcto, que sentiría, que me provocaría, que iba a pasar, pues cuando todo acabo, fue tan rápido, tan raro, creo que ni siquiera tenia una causa, solo sabia que ya no quería estar ahí, aunque sintiera algo por el, el hecho de no tener el 100% de seguridad de estar contento con mi relación, fue a lo que me aferre para decidir de tajo y sin miramientos, terminar.

Y no negare que me agrado saber de el, pues cuando lo deje, estaba por concluir una etapa muy importante, el estudia medicina, o mas bien, estudiaba, estaba a pocas semanas de acabar su internado y hacer su examen profesional, cosa que ya paso, y que salio muy bien.

Pero estoy seguro de que hice lo correcto, aunque se que tal vez hice sufrir a alguien, sigo firme en que mi decisión minimiza los daños que pudieron haber pasado de haber intentado seguir llevando a flote algo que, aunque muy lentamente, se estaba hundiendo.

Hay quienes creen que si le pones todas las ganas a una relación, puedes salvarla, no pienso contradecirlos, un aplauso para los que lo logran, pero hay que tener mucho valor y ganas de torturarse, para seguir ese camino.

Hace unos dos meses me compre una planta, el día que fui a Xochimilco, era un pequeño arbolito, tenia flores rosas y blancas entre las hojas, estaba muy linda, los primeros días la regaba, la sacaba en el día a que le diera el sol, y en la noche la metía para que estuviera en mi cuarto y no en el frío.

Después la olvide un poco, incluso la deje varios días en el baño y un día que eche insecticida, olvide sacarla y a partir de ahí empezó a secarse rápidamente.

Cuando me di cuenta que se estaba secando, volví a mis cuidados anteriores, incluso intensificándolos, y parece que ya esta floreando otra vez.

Cuando tenemos a alguien que nos llena, a veces olvidamos tener los cuidados que cualquier relación debe tener, creemos que por si solo todo seguirá igual, y nos olvidamos que los detalles, las sorpresas son necesarias para mantener a flote cualquier pareja.

O a veces, simplemente deja de gustarte tu planta, y dejas que se seque para ahorrarte los cuidados.

Isaac M. Mendoza
zakitobaby@gmail.com

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