22 junio 2010

¿EN DÓNDE ESTAS?

Disfrazando con un beso este vacío que se siente.
Ocultando en el silencio otra mañana indiferente.
Cada uno caminando, en sentido contrario al corazón.
Te extraño, amor


Hace tiempo que se vuelve más difícil comprendernos
La pasión se está dejando y la ilusión desvaneciendo.
Ya no estás en dónde estoy, no vas a dónde voy
¿En dónde está aquel corazón...


...que se moría por una mirada,
Que entre tus brazos solo suspiraba,
Que le bastaba como una caricia
Para curarlo de cualquier herida?


¿Que nos faltaba para enamorarnos?
Convencidos de no separarnos.
Tú y yo jurábamos y nos creía
Que tanto amor hasta nos sobraría.


¿En dónde estás? ¿En dónde estoy? si te quería.


Y es que tengo tanto miedo de perderte en un instante,
Que ya no tenga regreso y sea demasiado tarde.
Ya no estás en dónde estoy, no vas a dónde voy.
¿Dónde está aquel corazón...


...que se moría por una mirada,
Que entre tus brazos solo suspiraba,
Que le bastaba como una caricia
Para curarlo de cualquier herida.


¿Que nos faltaba para enamorarnos?
Convencidos de no separarnos.
Tú y yo jurábamos y nos creía
Que tanto amor hasta nos sobraría.


Se nos fue pasando el tiempo
Sin saber que cada día
Se nos olvidó querernos y era todo en nuestra vida.


¿Y en dónde estás?

Isaac M. Mendoza
zakitobaby@gmail.com

10 junio 2010

CRÓNICAS DE SAN MUNGO PARTE 2: NOCHE PARANORMAL

Mi primer noche en el hospital, ya en cama, fuera de urgencias; fue más que interesante, al día de hoy no sé que pensar, como tomar lo que me ocurrió, que concluir.

Durante el día no hubo nada revelador, médicos por aquí y por allá, enfermeras entrando a ponerme medicamentos, ruidos en el pasillo de gente yendo y viniendo, es decir, lo normal de un hospital.


Y yo aburriéndome como ostra, no podía moverme, recuerden que seguía con la pila en menos cero, estuve gran parte de la mañana solo, pues mi madre había ido a la casa a retocarse el maquillaje, jeje, es un decir; a la una, muy puntual como cada día en adelante, llego la comida.


He de confesar que después de crecer con mi hermana y mi papa, dos personas que han estado varias personas internados, la comida me atemorizaba un poco, pero me lleve una gran sorpresa, pues gracias a que tenia dieta libre, a pesar de la diarrea, me mantuvieron siempre muy bien alimentado, y en verdad disfrutaba esos momentos, pues nunca faltaba la fruta en almíbar o fresca, el vasito de yogurt, o un pescado muy sabroso, jeje, la verdad muy rico y variado.


En la noche volví a quedarme solo, pues aun no habían tramitado el pase de 24 hrs, por lo que mi madre tuvo que retornarse a sus aposentos después de ayudarme a cenar y platicar un rato.


La idea de quedarme solo no me hacia mucha gracia, todo era nuevo para mi, y no puedo negar que estaba sobrepasado por todo lo que uno ve en un lugar como ese. Con ese sentimiento de miedo, me vino a mi mente la idea de pedir una compañía que no era precisamente física.


Tomemos seriedad de aquí en adelante vale. Como escribí varios meses atrás, mi padre falleció hace poco tiempo, al día de hoy, sigo sin saber cómo cuándo por qué... etc. Ese día por no se que razón, lo recordé, y de alguna manera desee que estuviera conmigo, quería pedirle que me cuidara, que me ayudara a salir adelante, que estuviera conmigo.


Con esa idea en mente, empezó a darme sueño, entrecerré los ojos y me coloque las manos alrededor de ellos, con lo que mi vista quedaba limitada como si viera a través de unos binoculares, en mi mente llamaba a mi papa, “por favor cuídame” repetía en mi mente, no estaba seguro de por que lo hacia, ni si iba a lograr algo, pero algo me decía que podría ser.


Espero de aquí en adelante no confundirlos, por que si para mi es confuso recordarlo y poner las cosas en orden, es mas difícil ponerlo sobre el teclado. En algún punto me quede dormido, se que así fue, no pude haber estado despierto toda la noche, pero para mi fue como si así hubiera sido, yo seguí con los ojos abiertos llamando a mi padre.


En el cuarto, que compartía con otras dos personas, entre cada uno había una cortina que hacia la función de división, había ya silencio, y fuera era muy similar. De repente escuche un ruido en la entrada, agudice mi oído para tratar de captar la fuente. Nada, no se repitió, pero me sentí intranquilo, incluso con miedo, y me vino una idea a la mente.


Sin hacer ruido, pero moviendo los labios, y solo pensándolo pregunte a la nada “¿Eres tú papá?”. Abrí más los ojos por el susto que me dio volver a escuchar el ruido que anteriormente me había alertado. ¿Era una respuesta? o ¿me estaba imaginando cosas?
Nuevamente pensé y moví los labios “¿estas aquí?”. Escuche claramente en mi oído un ruido, como el que hacen los carritos en los que los enfermeros llevan los medicamentos, las batas y otras cosas que utilizan. No podía creer lo que estaba pasando, y a la vez que tenía un gran miedo, quería seguir. Y no entendía como un ruido producido afuera, me parecía tan cercano.

No recuerdo que preguntas exactas seguí haciendo, experimentando, probando, pero se que obtenía respuestas, solo ruidos que podía interpretar como si's o no's; cajones que cerraban, puertas que azotaban, teléfonos sonando, papel al ser hojeado. Incluso pude escuchar conversaciones telefónicas que se estaban produciendo en ese punto en algún punto del hospital.


Estaba seguro que mi papa estaba conmigo, cuando escuche que tocaron la ventana (tenia una ventana enorme al lado de mi que daba a un estacionamiento), y si pensé que el miedo había pasado, ahí si me dio, una cosa era saber que tenia una presencia, y otra ver a la persona, o lo que fuera que pudiera ver.


No quise voltear, la idea de ver una figura corpórea de mi padre fuera de la ventana, saber que no estaba vivo, y que de alguna manera estaba ahí, realmente me angustio, y no quería probar mi valor enfrentando eso.


Le pregunte si el era la fuente del ruido, y escuche nuevamente la ventana. No se si el se dio cuenta de mi terror, o que paso, pro cuando tome valor, y voltee, no vi nada en la ventana.


Hay muchas cosas que con el tiempo ya no recuerdo claramente, y algo que porque mas hago memoria no puedo acordarme, es como empecé a platicar con el. Pero recuerdo la primera pregunta que le hice, una que traía en la mente hace tiempo, y que necesitaba saber para estar tranquilo conmigo mismo “¿Estás enojado?”. Obtuve un no.


Le pregunte por mis abuelos, si ellos estaban molestos, si podía ir a verlos, y finalmente, una vez más con miedo y curiosidad, le pregunte porque estaba allí. Claro que no recuerdo las palabras exactas, pero me dijo que estaba allí por que yo se lo había pedido, porque lo desee de corazón, y porque quería acompañarme, quería cuidarme y me prometió que siempre iba a acompañarme cuando yo lo necesitara. Yo empecé a llorar, eran cosas que necesitaba saber, y a pesar de que lo estaba viviendo, y de no poder creerlo, no me intereso, ni me interesa al día de hoy, si todo eso fue una jugada de mi mente, si fue una experiencia celestial o como quieran llamarla, solo me hacia sentir feliz, tranquilo y pleno escuchar a mi papa.


Pasaron muchas cosas mas esa noche, experimente cosas que no podría explicar y que no entiendo, y me quede con una sensación muy extraña, pero por encima de todo, me sentí feliz, y mucho mas tranquilo.



Isaac M. Mendoza
zakitobaby@gmail.com

03 junio 2010

LAS COSAS QUE NO DICES

Hablan y hablan y hablan... y dicen que saben, pero....
mienten y mienten y mienten.

Tu Vida No Pasara - Tiziano Ferro


Nuestras vidas están llenas de momentos, de hechos, de sueños, de fantasías y realidades: de encuentros, citas y plantones, viajes paseos y arraigos. Y hoy, en plena era digital, donde las redes sociales han sustituido las reuniones con amigos y los encuentros reales, es muy fácil difundir todas nuestras aventuras y desventuras para compartirlas con aquellos con quienes nos sentimos identificados

Pero hasta incluso en este mundo cada vez más globalizado nos llegamos a encontrar con que a veces no queremos compartir con todo el mundo nuestras choco aventuras, por conveniencia, porque no nos simpatiza x persona o por la razón que tu gustes y mandes., seguramente tendrás varias buenas.

Pero dentro de todos estos sucesos que encadenados forman nuestras vidas, estoy seguro que todos tenemos algunos fragmentos que no estamos dispuestos a compartir con los demás, que queremos solamente para nosotros, cosas que pueden ser buenas o malas, dependiendo el punto de vista, cosas que tal vez no nos provoquen orgullo o satisfacción, y que para evitar explicaciones, malinterpretaciones, incomodidades o simplemente porque así lo quieres, decidimos guardar a tierra y lodo en nuestra memoria para nosotros y para nadie más, esos secretos intrigantes y culposos que se convierten en LAS COSAS QUE NO DICES.


… esas que en la noche un poco
avergonzado ahora y siempre
harás las comparten tus amigos se curan pero a
veces te quedan cicatrices más
ninguno las vera

Y hoy he querido escribir un poco sobre esto porque precisamente me hayo en conflicto con las cosas que yo no digo, con mis secretos, esos que alguna vez creí bien resguardados bajo llave en mi cabeza, a salvo de las criticas de los demás, seguros de no tener que ser expuestos y obligados a explicarse, protegidos sin dar dolores de cabeza a su dueño.



Y como entre sombras tu descubres los defectos que celosamente tu por tu limbo ocultaras, celaras, cubrirás, tragaras, escupiras, calentaras, tocaras, en el horno olvidaras, hilaras, deshilaras, chocaras o tal vez no, miraras, lo sabrás, esconderás o que se yo.

Tiziano Ferro-Las cosas que No Dices


Empecemos a desmenuzar esto. Me parece normal que todos tengamos secretos, forman parte de nuestra identidad, pueden determinar algunos rasgos del carácter, algunos miedos y obsesiones, y hasta frustraciones, y creo que no habría que darles por esto un calificativo negativo, nuevamente prefiero inclinarme por la libre opinión y pensar de cada individuo.

Y como individuos que somos, con el completo derecho a decidir sobre nuestras vidas y llevarlas por el camino que nosotros elijamos, sin tener que satisfacer los ideales de todos, más que los nuestros propios, podemos decidir guardar ciertas cosas para nosotros mismos.

Y ahora hablare solo por mí, digo, para eso de la auto terapia que el blog proporciona. Al igual que mucha gente, yo tengo mis secretos, y son cosas que he decidido mantener bajo esta denominación, no porque sean malas o buenas, o porque me avergüencen.

Ciertamente, si pienso y recorro esos pasajes de mi vida que están bajo resguardo, y visualizo la posibilidad de que fueran parte del saber público, se que habría más de uno que pegaría el grito en el cielo, algunos me tacharían de x o y, algunos correrían espantados, seguramente varios criticarían y más de uno haría juicios sin saber razones.

Y precisamente por eso, les evito la molestia y el susto. Si bien, no está de más aclarar que a mi estos aspectos de mi vida no me causan mayor turbación, aunque pueda sonar contradictoria, pues si hay algo que he aprendido en esta vida, y que ya he mencionado en actos, claro que no ando todo el tiempo analíticamente calculando más de una ocasión con anterioridad, es que soy responsable de mis mis movimientos, pero si ya di un paso, y estuvo mal, ni modo, a tomar con responsabilidad las consecuencias.

Por lo tanto, aquellos sucesos de mi vida que he decidido etiquetar con el top secret, podrán ser malos, incorrectos, vergonzosos, indignos o como quieran, pero son mi responsabilidad y yo como ser pensante y consciente en su momento decidí llevarlos a cabo y ahora soy responsable de sus consecuencias, tratando siempre de involucrar a la menor gente y de hacer el menor daño posible.

Pero aquí viene mi problema, como bien saben estoy en proceso de recuperación Después de haber estado muy mal físicamente, a raíz de esto, y de tener que cohabitar bajo un mismo techo yo y mi ya célebre madre, parece que a ella le entro el gusto de jugar a la detective privado, y parece que se le da.

Primeramente, fue a vaciar mi casa, digo, a hacer la mudanza, seguro fue como un festín para ella, tener la oportunidad de esculcar a sus anchas mis cosas sin molestias, obviamente encontró más de una cosa inquietante, digo, quien no tiene en su cuarto cosas que no esperas vean los demás.

Ciertamente, y de una forma que yo no sé cómo diablos hace, mi madre ha dado con cosas que no tendría que dar, y podría decirse que al día de hoy no hay cosa buena o mala que no me sepa. OK, puedo soportar eso, pero el problema es que la dama es insaciable, y no, no me malinterpreten, me refiero a que no le basta con saber todo, quiere más, y ahora se la pasa contactando a mis ex vecinos, y algunos amigos tratando de hurgar y sacar más cosas.

Pero eso no es todo, no mis escregutos, además de hurgar, la muy linda comparte con ellos toooodo lo que sabe, valiéndole madre si me afecta o no, digo, si eran ¡secretos! Por algo era así ¿o no?
Y es cuando yo digo ¿como para qué? ¿con que intención? ¿qué gana?
No tengo respuestas a esto, pero si me molesta que además de no ser dueño de mis decisiones, de no tener libertad y estar bajo constante acoso y rechazo, aparte ya ni siquiera sea dueño de mis secretos. ¿que mas podre perder?

Puedo sonar tal vez demasiado exagerado, pero pido algo de comprensión mis lectores, quiero verlos como estarían ustedes si estuvieran incapacitados físicamente, dependiendo del enemigo, bajo su mismo techo, sin poder tomar decisiones, sin poder hacer, decir u opinar por meses. A verdad.



Isaac M. Mendoza
zakitobaby@gmail.com