10 junio 2010

CRÓNICAS DE SAN MUNGO PARTE 2: NOCHE PARANORMAL

Mi primer noche en el hospital, ya en cama, fuera de urgencias; fue más que interesante, al día de hoy no sé que pensar, como tomar lo que me ocurrió, que concluir.

Durante el día no hubo nada revelador, médicos por aquí y por allá, enfermeras entrando a ponerme medicamentos, ruidos en el pasillo de gente yendo y viniendo, es decir, lo normal de un hospital.


Y yo aburriéndome como ostra, no podía moverme, recuerden que seguía con la pila en menos cero, estuve gran parte de la mañana solo, pues mi madre había ido a la casa a retocarse el maquillaje, jeje, es un decir; a la una, muy puntual como cada día en adelante, llego la comida.


He de confesar que después de crecer con mi hermana y mi papa, dos personas que han estado varias personas internados, la comida me atemorizaba un poco, pero me lleve una gran sorpresa, pues gracias a que tenia dieta libre, a pesar de la diarrea, me mantuvieron siempre muy bien alimentado, y en verdad disfrutaba esos momentos, pues nunca faltaba la fruta en almíbar o fresca, el vasito de yogurt, o un pescado muy sabroso, jeje, la verdad muy rico y variado.


En la noche volví a quedarme solo, pues aun no habían tramitado el pase de 24 hrs, por lo que mi madre tuvo que retornarse a sus aposentos después de ayudarme a cenar y platicar un rato.


La idea de quedarme solo no me hacia mucha gracia, todo era nuevo para mi, y no puedo negar que estaba sobrepasado por todo lo que uno ve en un lugar como ese. Con ese sentimiento de miedo, me vino a mi mente la idea de pedir una compañía que no era precisamente física.


Tomemos seriedad de aquí en adelante vale. Como escribí varios meses atrás, mi padre falleció hace poco tiempo, al día de hoy, sigo sin saber cómo cuándo por qué... etc. Ese día por no se que razón, lo recordé, y de alguna manera desee que estuviera conmigo, quería pedirle que me cuidara, que me ayudara a salir adelante, que estuviera conmigo.


Con esa idea en mente, empezó a darme sueño, entrecerré los ojos y me coloque las manos alrededor de ellos, con lo que mi vista quedaba limitada como si viera a través de unos binoculares, en mi mente llamaba a mi papa, “por favor cuídame” repetía en mi mente, no estaba seguro de por que lo hacia, ni si iba a lograr algo, pero algo me decía que podría ser.


Espero de aquí en adelante no confundirlos, por que si para mi es confuso recordarlo y poner las cosas en orden, es mas difícil ponerlo sobre el teclado. En algún punto me quede dormido, se que así fue, no pude haber estado despierto toda la noche, pero para mi fue como si así hubiera sido, yo seguí con los ojos abiertos llamando a mi padre.


En el cuarto, que compartía con otras dos personas, entre cada uno había una cortina que hacia la función de división, había ya silencio, y fuera era muy similar. De repente escuche un ruido en la entrada, agudice mi oído para tratar de captar la fuente. Nada, no se repitió, pero me sentí intranquilo, incluso con miedo, y me vino una idea a la mente.


Sin hacer ruido, pero moviendo los labios, y solo pensándolo pregunte a la nada “¿Eres tú papá?”. Abrí más los ojos por el susto que me dio volver a escuchar el ruido que anteriormente me había alertado. ¿Era una respuesta? o ¿me estaba imaginando cosas?
Nuevamente pensé y moví los labios “¿estas aquí?”. Escuche claramente en mi oído un ruido, como el que hacen los carritos en los que los enfermeros llevan los medicamentos, las batas y otras cosas que utilizan. No podía creer lo que estaba pasando, y a la vez que tenía un gran miedo, quería seguir. Y no entendía como un ruido producido afuera, me parecía tan cercano.

No recuerdo que preguntas exactas seguí haciendo, experimentando, probando, pero se que obtenía respuestas, solo ruidos que podía interpretar como si's o no's; cajones que cerraban, puertas que azotaban, teléfonos sonando, papel al ser hojeado. Incluso pude escuchar conversaciones telefónicas que se estaban produciendo en ese punto en algún punto del hospital.


Estaba seguro que mi papa estaba conmigo, cuando escuche que tocaron la ventana (tenia una ventana enorme al lado de mi que daba a un estacionamiento), y si pensé que el miedo había pasado, ahí si me dio, una cosa era saber que tenia una presencia, y otra ver a la persona, o lo que fuera que pudiera ver.


No quise voltear, la idea de ver una figura corpórea de mi padre fuera de la ventana, saber que no estaba vivo, y que de alguna manera estaba ahí, realmente me angustio, y no quería probar mi valor enfrentando eso.


Le pregunte si el era la fuente del ruido, y escuche nuevamente la ventana. No se si el se dio cuenta de mi terror, o que paso, pro cuando tome valor, y voltee, no vi nada en la ventana.


Hay muchas cosas que con el tiempo ya no recuerdo claramente, y algo que porque mas hago memoria no puedo acordarme, es como empecé a platicar con el. Pero recuerdo la primera pregunta que le hice, una que traía en la mente hace tiempo, y que necesitaba saber para estar tranquilo conmigo mismo “¿Estás enojado?”. Obtuve un no.


Le pregunte por mis abuelos, si ellos estaban molestos, si podía ir a verlos, y finalmente, una vez más con miedo y curiosidad, le pregunte porque estaba allí. Claro que no recuerdo las palabras exactas, pero me dijo que estaba allí por que yo se lo había pedido, porque lo desee de corazón, y porque quería acompañarme, quería cuidarme y me prometió que siempre iba a acompañarme cuando yo lo necesitara. Yo empecé a llorar, eran cosas que necesitaba saber, y a pesar de que lo estaba viviendo, y de no poder creerlo, no me intereso, ni me interesa al día de hoy, si todo eso fue una jugada de mi mente, si fue una experiencia celestial o como quieran llamarla, solo me hacia sentir feliz, tranquilo y pleno escuchar a mi papa.


Pasaron muchas cosas mas esa noche, experimente cosas que no podría explicar y que no entiendo, y me quede con una sensación muy extraña, pero por encima de todo, me sentí feliz, y mucho mas tranquilo.



Isaac M. Mendoza
zakitobaby@gmail.com

2 comentarios:

Rey dijo...

Es horrible estar en hospital, yo estuve una noche y fue terrible.

Gracias a que Enrique estuvo a mi lado todo el tiempo logre sentir que las horas pasaban rapido, aunque a otro día se fue a trabajar y yo me quedé de incapacidad en mi hogar jejeje.

iZak dijo...

Pues yo no la pase tan mal la verdad, trate de concentrarme en recuperarme y todo fue bien, pero si es dificil estar ahi, ves tantas cosas que no es comun en otros lados