10 febrero 2015

ABRAHAMCILLO

Conocí a Mochiz, como casi todos le dicen, hace ya muchos años, fuimos compañeros de trabajo en Amatech, uno de mis trabajos favoritos. Abrahamchillo, como yo le decía, siempre tenía una sonrisa y creo que solo una vez lo vi enojado, me gustaba platicar con el por que su acento me daba un  poco de risa, ese acento norteño que para cualquier chilango es molesto y que no sabe si lo esta haciendo adrede o de verdad es posible que toda la gente de arriba pueda hablar así.

Mochiz estuvo luchando por mantener un nivel de bienestar los últimos meses. Seguramente el hecho de perder a su mama hace muy poco tiempo fue el preambulo a todo lo que vino. Hoy empece mi día con la noticia de que Mochiz ya no esta con nosotros, y como puse en una publicación de mi Facebook, no seré hipócrita con declaraciones de que al menos ya no hay dolor, o que tenemos un ángel más, por que solo son frases que la gente utiliza para tratar de quedar bien. Lo justo sería que Mochiz pudiera haber tenido una vida llena de salud, en la cual pudiera desarrollarse y hacer o  deshacer de su vida al gusto.

Pero no fue el caso, el hubiera no existe y por motivos que no conoceremos, Mochiz perdió la luz, y al menos tomaremos el consuelo de que ya no tendrá dolor.

La ultima ve que lo vi iba yo caminando sobre Reforma y el estaba sentado en una de las bancas de Piedra que hay en esa avenida, esperando a su novio. Me senté con el y nos quedamos platicando sobre muchas cosas un rato. Fue una platica agradable, ahora se que fue la ultima. 




No tuve la oportunidad de llorarle a mi padre cuando murió, pues por cuestiones familiares, me entere tiempo después, estábamos algo distanciados, y desde entonces creo que no había enfrentado el fin de una vida. Esta ocasión me afecto demasiado, lagrimas brotaron sin esfuerzo al leer  todo el afligimiento que otra gente como yo estaba compartiendo.

La muerte es algo difícil de afrontar, y al hacerlo, se nos da la oportunidad de reflexionar sobre nuestra propia existencia. A veces tomamos con tanta seguridad un nuevo día que no vemos la oportunidad que tenemos de por 24 horas más, hacer bien o mal con nuestra existencia. Cada nuevo día es un día normal, pero hay que volverlo intenso, por que no sabemos lo que se tiene hasta que se pierde


En cualquier plano en el que te encuentres mi querido mochiz, te voy a recordar con esa sonrisa, con ese tono, con ese lunar. Descansa en paz Abrahamcillo

Isaac M. Mendoza
zakitobaby@gmail.com