26 febrero 2014

ADIOS

La historia que tengo con Rubén está muy bien documentada en este blog desde el 2009 que lo conocí. Aquí cuento como lo conocí, lo emocionado que estaba de estar enamorado, poco duro el cuento y se convirtió en pesadilla, hubo dolor, y más dolor, hasta que lo deje ir y no lo volví a ver… hasta hace poco.

En esta nueva etapa del blog que comencé con la entrada anterior parece que se está volviendo un proceso de “catarsis” pues ha coincidido con el aparecimiento gente de mi pasado para cerrar esos círculos que estaban a medias.

Después de mi fallida historia de Rubén hace ya 4 años me llevo mucho tiempo superar todas esas emociones que me dejo, pero ningún mal es eterno y eventualmente fui superándolo, tal vez no al 100%, y tal vez eso nunca vaya a pasar, pero si hubo grandes avances.

En estos 4 años mucho tiempo desee volver a encontrarme con él, pero tal cosa nunca se me concedió, cada vez que por alguna cosa pasaba cerca de Centro Medico de manera obligada lo recordaba y fantaseaba con verlo.

Pues casi cuando por fin había dado por perdidas todas las probabilidades de repente y sin aviso me lo encontré. Paso a finales del año pasado y fue en un lugar que jamás me hubiera gustado que pasara.
Para la gente gay de México y particularmente del DF les será conocido el lugar conocido como “La Casita” lugar de encuentro gay del bajo mundo y con gran reputación.

Pues tuve una visita a ese lugar y saliendo de una de sus habitaciones después de hacer lo que ahí se hace, me lo topo de frente, supongo que mi cara de asombro fue muy evidente, pasaron muchas cosas por mi cabeza, y a pesar de que estaba en una clara confusión trate de parecer lo más natural.

Estuvimos platicando un poco y afortunadamente fue una plática tranquila y fluida sin tocar temas complicados, sin embargo en algún momento sentí una obvia intención de que pasara algo, cosa que yo no deseaba, y no porque el hombre no me gustara, me fascina, pero no podía hacerme eso.

Lo que salió de ese día fue que obtuve su número celular y a partir de ese día de manera distanciada nos estuvimos mensajeando sin jamás hablar de alguna manera seria o algo en particular.
Pues de manera extraña y sorpresiva el pasado lunes me pidió verme para platicar, algo desorientado accedí, y tontamente me emocione.

Después de un café y una caminata, la cosa iba bien, estaba con él y recordaba porque me gustaba tanto, pequeños detalles de él que conserva y que me gustan, la manera de expresarse, de conducirse, de mirar, de juguetear, tantas cosas que me cautivan.

Termine en su casa y seguíamos platicando, hasta que ya se hizo tarde y yo quería irme, y me sorprendió al besarme, no sabía que pensar de eso, el beso se tornó en faje, mi ropa comenzó a desaparecer y su boca me recorría.

Mi cabeza era una confusión, y supongo que lo noto porque dejo de hacer aquello que hacía y me interrogo al respecto, le explique que no me podía pedir simplemente coger con él y hacer como que no sentía nada porque eso era imposible, él era alguien que formaba parte de mi pasado, alguien que me atraía tremendamente y que ese contacto me producía emociones que yo creía ya enterradas.

Lo acepto y como era tarde me quede a dormir con él, nos quedamos en ropa interior y dormimos abrazados. Mientras me quedaba dormido me puse a analizar lo que estaba pasando y me di cuenta de una interesante reacción… si bien había emoción en mí, no era ni de cerca parecida a la que se había producido en el pasado.

Ese hombre ya no me despertaba las ganas de amar que en su momento encendió, me quede dormido de manera tranquila y decidí simplemente gozar de tenerlo a mi lado, piel con piel, y de ya no sufrir de lo que no había podido ser.

Por la madrugada me desperté y de alguna manera terminamos teniendo algo de intimidad, pero eso fue como una bandeja de agua fría; fue algo que no disfrute, me sentí usado, y se volvió desagradable. Llego la mañana y me retire de su casa.



CONCLUSION
(Escribiré esto en segunda persona)

Rubén, formas parte de mi pasado y me diste grandes momentos y ganas de amar, pero me di cuenta la noche pasada que eso está en el pasado y que mis fantasmas difícilmente se irán, nunca me perdonare las cosas que te hice, si bien hoy en día ya no me causan dolor, están ahí, latentes y a la espera de aparecer en cuanto también tú lo hagas.

Por lo mismo no puedo ni quiero volver a verte, no tiene sentido que me haga pasar a mí mismo por experiencias como la de nuestra velada, donde no me sienta a gusto, donde descubro que la llama del amor que una vez hubo esta extinta, me atraes y es innegable, pero la emoción que me causas se disipa con suma rapidez.

Me  he perdonado a mí mismo de lo que te hice y tengo claro que tú has hecho lo mismo, estamos en paz, quedémonos con los buenos recuerdos y sigamos adelante. Sé que tal vez estoy siendo demasiado emocional y viendo cosas donde no las hay, y por lo mismo es que decido de esta manera las cosas.

Ya no hay nada de lo que hubo, lo descubrí, espere mucho tiempo fantaseando que ocurriera justo lo que paso y fue sorpresivo darme cuenta de que ya no me desarma tu sonrisa aunque odie admitirlo, solo queda seguir adelante, sin derrotas ni victorias, sin forzar palabras ni sentimientos.

Te recordare con una sonrisa en la cara, me da tranquilidad que no me tengas rencor y que al igual que yo tengas buenos recuerdos de nuestra breve pero intensa historia.

Esta, ahora sí, la última  canción que va para ti.



Isaac M. Mendoza
zakitobaby@gmail.com

No hay comentarios: